martes, 12 de noviembre de 2013


El trastorno obsesivo-compulsivo T.O.C

Se caracteriza:
Por obsesiones y compulsiones. Las obsesiones son pensamientos, imágenes, o impulsos intrusivos, recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión, temor o preocupación, y conductas repetitivas, denominadas compulsiones o rituales dirigidas a reducir la ansiedad asociada al acontecimiento temido con la intención de evitarlo.
Dada la conexión que se hace del Pensamiento irracional, emoción y conducta, cabe suponer que es la interpretación que se hace del pensamiento irracional lo que promueve su transformación en obsesión, dando lugar a las compulsiones.



Criterios de diagnóstico del trastorno obsesivo-compulsivo en el DSM-IV
La Asociación Psiquiátrica Americana lo describe de la siguiente forma:
Criterio A. Define las obsesiones y las compulsiones.
Las obsesiones se definen por 1, 2, 3 y 4:
  1. Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan en algún momento del trastorno como intrusos e inapropiados, y causan ansiedad o malestar significativos
  2. Los pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real
  3. La persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos
  4. La persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes obsesivos son el producto de su mente (y no vienen impuestos como en la inserción del pensamiento)
Las compulsiones se definen por 1 y 2:

  1. Comportamientos (p. ej., lavado de manos, puesta en orden de objetos, comprobaciones) o actos mentales (p. ej., rezar, contar o repetir palabras en silencio) de carácter repetitivo, que el individuo se ve obligado a realizar en respuesta a una obsesión o con arreglo a ciertas reglas que debe seguir estrictamente
  2. El objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es la prevención o reducción del malestar o la prevención de algún acontecimiento o situación negativos; sin embargo, estos comportamientos u operaciones mentales o bien no están conectados de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir o bien resultan claramente excesivo.

Objetivo de la Terapia Cognitivo-Conductual: Mejorar la calidad de vida del paciente a través del aprendizaje de nuevas conductas de afrontamiento las cuales corten el círculo vicioso.

“La clave del control del TOC es comprender que el ejercicio del control NO solo NO es necesario sino contraproducente”.




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