lunes, 31 de marzo de 2014

Una forma de pensar

Una forma de pensar…



El  significado del pensamiento crítico-constructivo, en pocas palabras, es aquel que busca una mejora de cuanto le rodea u ocupa. Alejándolo de la crítica simple y despreciativa de la que todos, en algunas ocasiones, hacemos uso. La cual no hace otra cosa que envenenar nuestra interpretación de la situación o persona juzgada de forma negativa,  rechazando cualquier intento de empatía o búsqueda de una solución al problema planteado.
Ello retroalimenta, sin darnos cuenta nuestros pensamientos, los cuales en vez de centrar la atención hacia generar una solución o salida, se centran en lo mal, negativo, indignante, injusto… que puede llegar a ser la situación, conducta o expresión emocional. Ya puede ser nuestra como de otros.

La diferencia del pensamiento crítico-constructivo es que nos enseña a percibir la situación o detonante que nos causa displacer  y teniéndola presente  generar pensamientos y conductas para poder solucionar o mejorar dicha situación constructivamente.

“existen situaciones o circunstancias que no podemos cambiar, pero si podemos cambiar como afrontar y generar pensamientos que nos ayuden a mejorar nuestra calidad de vida.”


“Optar por incorporar el pensamiento crítico-constructivo en nuestra vida cotidiana puede aumentar las posibilidades de generar respuestas adaptadas en situaciones complicadas.”

martes, 25 de marzo de 2014

El lastre del pasado

El lastre del pasado

Parece mentira que algunas de las cosas negativas que nos han pasado a lo largo de nuestras vidas se hacen más presentes e intensos los recuerdos a medida que avanzamos por el camino de la vida.

Me pregunto si es casualidad revivir emociones del pasado cuando aparecen pensamientos sobre ello en una circunstancia determinada de la vida, o por si al contrario es causalidad, es decir, producto de una causa que relacionamos intencionadamente o no, con la emoción, pensamiento, y/o situación del pasado.


Tanto si se trata de casualidad como de causalidad, la emoción que sentimos es incomoda y el hecho de no comprender el por qué de ese retroceso ante algo que pensábamos estaba olvidado nos hace todavía sentir más dolor y ese dolor se convierte en ocasiones en culpa por no haberlo superado, por no haberlo gestionado, por no haber hecho tantas y tantas cosas que debiéramos haber hecho…. Sin embargo seguimos aquí, sintiendo ese dolor hacia el pasado y el presente sin saber cómo librarnos de él.

Aunque casi como todo lo que percibimos en la vida, opino que se trata más de causalidad, ya que todo, o casi todo, tiene un sentido, un por qué, un motivo, una relación, una conexión…



La herencia de no haber curado bien las heridas emocionales se convierte en lastres difíciles de sobrellevar en una vida llena de incertidumbres y constantes cambios a los que nos tenemos que amoldar y saber navegar entre las aguas, no siempre tranquilas, de nuestras vidas.


Esos lastres se han convertido en una parte más de nuestra persona que en ocasiones nos han determinado a realizar acciones y/o interpretar situaciones basadas en nuestra experiencia personal, en nuestro bagaje. Limitando y acotando nuestra libertad personal que ha estado condicionada por el afrontamiento de experiencias difíciles en el pasado.

Para conseguir soltar esos lastres debemos ordenar y/o reordenar nuestros pensamientos y sentir unas emociones acordes a ellos de manera que consigamos sanar esas heridas del pasado y no que no consigan perturbarnos en el presente.



Que fácil, verdad!?.... No, no es nada sencillo…pero tampoco imposible!

lunes, 17 de marzo de 2014

Ansiedad

ANSIEDAD



Podemos definir la ansiedad normal como una emoción psicológica básica adaptativa ante un desafío o peligro presente o futuro. En otras palabras, podemos decir que la ansiedad es una respuesta normal ligada al instinto de la conservación de la especie, pudiendo transprmarse en una respuesta patológica cuando ocurre de modo innecesario y desproporcionado, interfiriendo negativamente en la vida laboral, social,y familiar.
(Cia, 2007, p.1)

Aunque la ansiedad es una de las respuestas emotivas más frecuentes, no es necesariamente un problema. Si es experimentada con moderada intensidad puede servir para  motivar, energizar y movilizar a la persona mejores desempeños y logros espectaculares.

(Freeman y otros, 2004, p.129)

La ansiedad es disparada sin dudas por un estímulo en particular (frecuentemente pensamientos o señales interoceptivas) que pueden pasar desapercibidas para un observador externo.

(Freeman y otros, 2004, p.138)

La ansiedad puede transformarse en una respuesta patologica cuando ocurre de forma innnecesaria, ineficaz o contraproducente, ante peligros inexistentes o sobrevaluados, interfiriendo negativamente en la salud y/o el logro de los objetivos vitales de la persona, laboral, social, familiar...

Se puede experimentar entre otros:


  • Sensación de perdida de control.
  • Dificultad para la concentración.
  • Cansancio.
  • Irritabilidad.
  • Escalofrios o sofocaciones.
  • Despersonalización.
  • Desrealización.
  • Falta de ventilación pulmonar, o hiperventilación.
  • Alteraciones del sueño
  • Náuseas...

El tratamiento

Existen medicaciones para el control de la ansiedad, se tratan de ansioliticos:
Benzodiaceoinas, anti-depresivos tricíclicos (TCAs), inhibidores de la recaptación de serotonína (ISRS) e inhibidores de la recaptación de serotonína-norepirefrina (IRSN).
Otros que pueden ser usados incluyen inhibidores de la monoamino oxidasa (IMAO), azapirones, antihistamínicos, anticonvulsivos y noradrenérgica agentes antipsicóticos atípicos.

Los farmacos deben ir acompañados de terapia para conseguir superar el trastorno de ansiedad, ya que utilizar únicamente fármacos para su tratamiento puede ser peligroso por la dependencia y los efectos secundarios que estos causan en un plazo extenso de tiempo.


Lo que es importante cambiar, para lograr superar el trastorno, es conseguir modificar los pensamientos, creencias... del sujeto para una adaptación positiva de la percepción del entorno y propia.













jueves, 13 de marzo de 2014

Johann Heinrich Pestalozzi

Johann Heinrich Pestalozzi




 (Zúrich12 de enero de 1746 - Brugg17 de febrero de 1827) conocido en los países de lengua española como Enrique Pestalozzi, fue un pedagogo suizo, uno de los primeros pensadores que podemos denominar como pedagogo en el sentido moderno del término, pues ya había pedagogos desde la época de los griegos. 

Reformador de la pedagogía tradicional, dirigió su labor hacia la educación popular. Su padre era cirujano de profesión, pero murió cuando Johann Heinrich era aún muy pequeño, de modo que creció con su madre. Como profetizando su obra y pensamiento, se caracterizó por ser un niño desobediente, desordenado y con pocos logros escolares en su niñez.



Con Pestalozzi, la pedagogía comienza a ver al niño de una manera diferente, los sitúa en una verdadera relación con la Naturaleza y la cultura. A pesar de que su enseñanza se basa en una educación elemental, no escapan sus influencias a la educación preescolar. Tenemos los siguientes aportes:
1. Le dio importancia al desarrollo de los niños
2. Puso en práctica la organización de experiencias y actividades por medio del juego.
3. Valoró las actividades espontáneas del niño.
4. Hizo énfasis en la ejercitación de las actividades manuales.
5. Consideró la ejercitación en el dibujo como un medio para perfeccionar progresivamente la mano, lo cual le serviría de base para la escritura.
6. Ejercitó el lenguaje por medio de la conversación sencilla, para después aprender a leer.
7. Destacó la utilidad de los ejercicios corporales combinados con los cantos.
8. Señaló como vital el desenvolvimiento del niño en sus primeros momentos con la familia, en especial con la madre.
9. Le dio importancia a la afectividad desde el mismo momento del nacimiento del niño.
10. Destacó el desarrollo social del niño, primeramente en la familia y posteriormente en la escuela.
11. Consideró importante la creación de instituciones para atender a aquellos niños que eran carentes de recursos económicos.

Siguiendo a Pestalozzi encontramos grandes pedagogos que han intentado valorar la educación como parte fundamental en la formación de las persona, no solamente a nivel académico, sino también a nivel moral, emocional, social... Deberíamos preguntarnos si la educación que reciben nuestros hijos y la que hemos recibido nosotros mismos, corresponde con los principios pedagógicos que contemplan la educación como parte indispensable del desarrollo íntegro de la persona, o más bien son contenidos puramente académicos donde la parte fundamental de las necesidades personales de cada individuo se dejan al libre albedrío del destino.
Evidentemente un país donde la educación cambia cada cuatro años, siguiendo las tendencia políticas, no ayuda a consolidar una educación con unos fundamentos sólidos.